Después de pasar un verano lleno de sinsabores, todavía puedo decir que me acechan, que rondan mi cabeza algunos fantasmas. La vida, a veces, te muestra su lado más amargo. Pero, todo continúa, las cosas siguen su curso, la vida sigue su camino. Afortunadamente, las cosas cotidianas, aquellas pequeñas cosas a las que, en muchas ocasiones, no damos importancia, son las que te devuelven a la realidad, las que hacen que los fantasmas vayan, poco a poco, desapareciendo de nuestra mente.
Tuve suerte ya que el individuo del cuchillo no es un fantasma, es un gran amigo mío que tuvo la generosidad de posar para este retrato.
Estoy de vuelta con vosotros para que sigamos disfrutando de nuestra afición. Gracias a todos por visitar este blog y comentar las imágenes. Es algo que me ayuda mucho a olvidar mis fantasmas.
Muy impactante el retrato, el reflejo en el cuchillo es estupendo. Espero que el otoño te sea más propicio...
ResponderEliminarUn abrazo
Se te había echado de menos por estos foros, lamento que no haya sido por un motivo vacacional y espero que todo se resuelva bien.
ResponderEliminarLa recreación es fabulosa, propia de una auténtica pelìcula de terror.
Un abrazo,
Para esos fantasmas de cuchillo jamonero, ya sabes, pata negra y cervecita. Como bien dices, sigamos disfrutando. Bienvenido.
ResponderEliminarGracias a todos.
ResponderEliminarUn abrazo.